El francés Alexis Deroubaix no se quería ir de Casas Novas sin una victoria tras quedarse con la miel en los labios con el podio de ayer y puso todo su talento y trabajo en una manga final muy dura pero que logró finalizar de forma perfecta. La prueba fue durísima, como debe de ser un Gran Premio 4* de este nivel y se juzgó en el emocionante baremo de dos mangas (a con crono / a con crono sin desempate). Los jinetes tenían que superar en la clasificatoria 16 esfuerzos en un total de 13 obstáculos, por los ocho de la manga ganadora. El recorrido, diseñado por Javier Trenor, era muy técnico y tenía una altura máxima de 1,60 metros, lo que da fe de la dificultad del mismo, que los participantes tenían que completar en menos de 84 segundos si no querían ser penalizados. Como pasó el día anterior, el orden de salida estuvo dividido en cuatro series de apuestas (empezando por la tercera, ya que las dos anteriores se realizaron en el trofeo anterior) de diez corredores cada una con