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Para muestra un botón ....
Difícil solución al embrollo de la camiseta
El Sporting mete prisa para regresar a los colores tradicionales y la firma pide mucho tiempo
JULIO PUENTE
Resuelta la visita a El Toralín de Ponferrada, queda por resolver el embrollo de la camiseta. Porque hay embrollo a la vista de los rostros de los representantes de ambas partes, el club y la firma comercial. Hay embrollo porque el club dice tener prisa en volver a los colores tradicionales y la firma comercial dice no tener tiempo o, mejor, dice necesitar medio año para diseñar el nuevo modelo. Difícil solución para las dos partes.
Pero cosas veredes, Mío Cid. Hasta que un futbolista de postín sea presentado en una plaza de toros. El protagonista, el asturiano Santi Cazorla, fichado como estrella por el Málaga del jeque, que está batiendo las plusmarcas europeas de dinero invertido en futbolistas. El lunes se verá cuál es el secreto de la ubicación del acto de presentación porque la plaza de toros de La Malagueta es grande, pero seguro que su aforo es inferior al de La Rosaleda. Estos malagueños no saben qué hacer para asombrar al mundo. Un futbolista en una plaza de toros. Habrá que seguir con atención el desarrollo de los acontecimientos.
Como habrá que seguir con atención las novedades que ofrezca el Hípico de Gijón. Porque, si pregunto, a petición de un amable y fiel lector, ¿molesto?: ¿el cambio que se anuncia en la organización del concurso va a incluir la informatización de las apuestas y de los resultados y dividendos? El lector cuenta que los datos se siguen apuntando con tiza, a veces con ayuda de una silla de tijera para que la chica pueda llegar al lugar donde ha de anotar las novedades. Y eso en 2011 no parece lo más adecuado, confiesa el atento lector.
Atenta la compañía, que vienen curvas. Atento todo el mundo a la procedencia de las inminentes novedades rojiblancas, que pueden proceder de Oporto, de Sevilla o de otras latitudes. Porque las posibilidades son tantas que hasta Michu puede aparecer en el Rayo Vallecano. Queda más de un mes para que se cierre el período veraniego de inscripción de jugadores, período en el que las cosas pueden dar mil vueltas. Tantas como ha dado el Kun Agüero, dado como seguro fichaje del Real Madrid y ahora acogido en el seno del Manchester City, donde mora el tal Balotelli, el del taconazo a la parrilla con patatas a la panadera, unas patatas que aparecían con frecuencia en los menús del día que aún están pendientes de pago, como las facturas en pesetas del Ayuntamiento de Sevilla, y olé.
Resuelto el futuro del yerno de Maradona, ya quedan menos futuros futbolísticos por resolver. El de Neymar, que va y viene a la peluquería de la esquina con la misma facilidad que se queda en Brasil o sale pitando para Madrid; el de Cesc, que no cuenta nada ni a los presidentes que se fotografiaron con él en Londres, y el de alguno más de cuyo nombre vale más no acordarse. El seguidor madridista, mientras, se pregunta si el dinero destinado a Neymar no estaría invertido mejor en Llorente, el delantero del Athletic y de la selección. A esa pregunta sólo puede contestar Mourinho y de las Alas Pumariño, que es rey y señor de vida y haciendas blancas. Con el aplauso de la afición, según desvelan las encuestas más solventes.
Resuelta la visita a El Toralín de Ponferrada, queda por resolver el embrollo de la camiseta. Porque hay embrollo a la vista de los rostros de los representantes de ambas partes, el club y la firma comercial. Hay embrollo porque el club dice tener prisa en volver a los colores tradicionales y la firma comercial dice no tener tiempo o, mejor, dice necesitar medio año para diseñar el nuevo modelo. Difícil solución para las dos partes.
Pero cosas veredes, Mío Cid. Hasta que un futbolista de postín sea presentado en una plaza de toros. El protagonista, el asturiano Santi Cazorla, fichado como estrella por el Málaga del jeque, que está batiendo las plusmarcas europeas de dinero invertido en futbolistas. El lunes se verá cuál es el secreto de la ubicación del acto de presentación porque la plaza de toros de La Malagueta es grande, pero seguro que su aforo es inferior al de La Rosaleda. Estos malagueños no saben qué hacer para asombrar al mundo. Un futbolista en una plaza de toros. Habrá que seguir con atención el desarrollo de los acontecimientos.
Como habrá que seguir con atención las novedades que ofrezca el Hípico de Gijón. Porque, si pregunto, a petición de un amable y fiel lector, ¿molesto?: ¿el cambio que se anuncia en la organización del concurso va a incluir la informatización de las apuestas y de los resultados y dividendos? El lector cuenta que los datos se siguen apuntando con tiza, a veces con ayuda de una silla de tijera para que la chica pueda llegar al lugar donde ha de anotar las novedades. Y eso en 2011 no parece lo más adecuado, confiesa el atento lector.
Atenta la compañía, que vienen curvas. Atento todo el mundo a la procedencia de las inminentes novedades rojiblancas, que pueden proceder de Oporto, de Sevilla o de otras latitudes. Porque las posibilidades son tantas que hasta Michu puede aparecer en el Rayo Vallecano. Queda más de un mes para que se cierre el período veraniego de inscripción de jugadores, período en el que las cosas pueden dar mil vueltas. Tantas como ha dado el Kun Agüero, dado como seguro fichaje del Real Madrid y ahora acogido en el seno del Manchester City, donde mora el tal Balotelli, el del taconazo a la parrilla con patatas a la panadera, unas patatas que aparecían con frecuencia en los menús del día que aún están pendientes de pago, como las facturas en pesetas del Ayuntamiento de Sevilla, y olé.
Resuelto el futuro del yerno de Maradona, ya quedan menos futuros futbolísticos por resolver. El de Neymar, que va y viene a la peluquería de la esquina con la misma facilidad que se queda en Brasil o sale pitando para Madrid; el de Cesc, que no cuenta nada ni a los presidentes que se fotografiaron con él en Londres, y el de alguno más de cuyo nombre vale más no acordarse. El seguidor madridista, mientras, se pregunta si el dinero destinado a Neymar no estaría invertido mejor en Llorente, el delantero del Athletic y de la selección. A esa pregunta sólo puede contestar Mourinho y de las Alas Pumariño, que es rey y señor de vida y haciendas blancas. Con el aplauso de la afición, según desvelan las encuestas más solventes.
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