He "robado" a http://www.carololopezquesada.com/ con su permiso,esta joya de
Josechu Verdugo
que hará retroceder en el tiempo a los "viejos aficionados"
en este caso,como en casi todos.... cualquier tiempo pasado fue mejor...
Conocí a Quique Riu Mora allá por 1970,en la inauguración del CHAS de Gijon. Mi maestro, Angel Alonso Martin, me había hablado de él muchas veces. En aquella época los jinetes militares dominaban casi todo el panorama hípico español. En mi Valladolid estaba la Academia de Caballería desde donde los caballos viajaban en tren a los concursos. Angel con Gloria Zendrera y Quique Ríu Mora eran tres estrellas con maleta que empezaban su temporada en Málaga, allá por los primeros soles de febrero, y la terminaban en Jaén por el Pilar. Lo ganaban prácticamente todo entre los tres. Quique era más de Gran Premio y Angel más de velocidad con el mítico Eclipse. Era un tiempo de campos de fútbol y de apuestas en los que Quique popularizó a sus entrañables Becas. Ambos temían a la rubia catalana de chaqueta negra. Tiempos en los que "ningún jinete saldrá con saldo negativo del concurso". Si no liquidabas, además de los festines, te regalaban la matrícula. Había concursos en los que Quique era la única "chaqueta roja". Acompañado de su inseparable "Dado"; todavía le estoy viendo levantar su mano con aquel dedo torcido, diciendo "esto ye la de diosss" y verse la pista con su gesto característico de hombros. Una equitación simple, de Winkler rural, siempre llegando bien, ni una locura, quizá el primer profesional del salto. Se corría todo el calendario, por toda la geografía española, gracias a ser un liquidador eficaz, tan grande como aquellos toreros de "cien tardes". Y cuando llegaba el compromiso serio, allá por Agosto, en las Mestas, daba la cara con sus "Don Rolando" y "Bogador", en alturas muy superiores a sus habituales. Todavía recuerdo la machada de él y Juanito Valenzuela en una prueba de equipos, muy seria, durante un internacional, donde defendieron impecablemente nuestros colores apoyados efusivamente por el público. Un verano, aquel "Merlín de la radio" , Jose M. García, levantó el escándalo del tétanos y los caballos en los campos de fútbol, cercenando nuestra competición. Fue un mazazo que obligó a cambiar. Quique también evolucionó y tuvo un momento de esplendor en la Alta Competición con aquel tordo irlandés de crin blanca, el "Water Fox", obtenido fuera de su yeguada sevillana. Su equitación le permitió adaptarse a las grandes alturas y a las innovaciones del circuito, pero manteniendo su estilo inconfundible, su genialidad autodidacta basada en el control y la buena distancia. En gran medida fue el artífice de la popularidad del deporte hípico en Asturias, y el precursor de las grandes figuras que han salido del Principado: Lalo Pérez, Leonardo Medal, los hermanos Honrubia, Alejandro Álvarez Contreras, Francisco Rodríguez Ronderos, Luis Jesús Escobar, Julio Arias, y Sergio Álvarez Moya, para gloria del equipo español de Salto de Obstáculos.
Comentarios
Publicar un comentario